TEATRO DE CREACIÓN

 

PROCESO PARA UN ESPECTÁCULO

Como muchas otras formas de representación, el Teatro de Creación surge de repente. Se pueden dedicar y se han dedicado interminables volúmenes a los posibles orígenes del melodrama, el musical, el vodevil. En cierto sentido, el Teatro de Creación ha estado siempre ahí, y podríamos intentar establecer más fácilmente en qué punto el productor tomó el poder ejecutivo, el dramaturgo obtuvo el prestigio como propietario de los derechos  que se establecía en el texto y el director se introdujo para proteger los intereses financieros de los patrocinadores.

Lo que ha cambiado a lo lardo de los últimos cuarenta, años más o menos, ha sido una actividad fluctuante, dirigida a involucrar en el proceso creativo todos los distintos talentos de los miembros del grupo de teatro, que han sido privados del derecho a participar por la concentración  de poder de decisión en las manos de unos miembros clave.

El principio que está detrás de todo esto ha sido que el establecido modelo de teatro, donde un director instruye a un equipo de actores en cómo interpretar un manuscrito del dramaturgo, ha sido muy fuerte en cuanto al control, y derrochador de imaginación. La principal alternativa ha sido encontrar alguna manera de trabajar en la que la potencialidad imaginativa de cada uno de los miembros del equipo pueda utilizarse para enriquecer la representación. No sería extraño ver este proceso como un intento de suplantar el control oligárquico, o incluso dictatorial, por una manera de trabajar más democrática.

Para estar seguro de esto, se requiere algún modo de trabajo, capaz de orquestar los esfuerzos del equipo para que de esa manera trabajen para armonizar las diversas tensiones, y  utilizar las discrepancias y a menudo conflictivas contribuciones en una dialéctica rica, en lugar de una visión monofocal y estrecha de miras. El teatro de Creación reúne a un grupo de profesionales de teatro de todos los campos, con riqueza de experiencia, para sugerir formas en las que esta coordinación puede llevarse a cabo.

Siguiendo el espíritu del propio trabajo, este no es un manual de instrucciones para crear teatro, sino una rica combinación de experiencias, ideas y sugerencias prácticas, desde las que involucrarse para crear producciones y proyectos propios.

Profesor Clive Barker

Referencia: ‘Teatro de Creación. Proceso para un espectáculo’ de los autores Chirs Baldwin y Tina Bicât, editorial ÑAQUE Editora.

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Cristina M. Ruiz
Directora · ÑAQUE
Consultora · MOMENTO