Por un nuevo modelo de negocio editorial
Estrategia de edición |
Decíamos en un artículo anterior, ‘Partimos de cero’, que
los empresarios editores debemos fraguar nuestro modelo de negocio desde la
posibilidad. Nuestro foco, las personas y nuestra propuesta de valor, cómo
aumentar su satisfacción.
También decíamos que nuestros precios se deben
establecer sobre el valor que aportamos –de esto último hablaremos en el
siguiente artículo-.
Partimos de la base de que al cliente, al lector, le
preocupan sus problemas y lo que le interesa son soluciones.
El éxito en proporcionar soluciones está en gestionar los
clientes, los lectores, en lugar de vender el producto, el libro, que por otro lado es similar al de otras
editoriales.
Los clientes se gestionan observándolos, analizándolos,
categorizándolos.
Ya no son lectores potenciales, son lectores objetivo.
En el
artículo ‘Partimos de cero’ identificábamos a los ‘early adopters’’
aquellos lectores que tiene una necesidad y buscan activamente cómo cubrirla.
Fórmulas de gestión de clientes, muchas, ninguna mágica.
Una
propuesta que además nos puede ofrecer un valor diferenciador es la
particularización de nuestros productos, nuestros libros sobre la idea de la
ayuda que pueden proporcionar al lector.
Podemos así, agrupar nuestros libros según las siguientes
categorías:
· Libros ‘alimenticios’ –que no de cocina, jejeje..-, son
aquellos que forman parte de la realidad cotidiana del lector.
Bien porque son esenciales
para su trabajo, porque son de consumo cultural básico…. Son productos, libros
de gran consumo.
Esta categoría de libros financia la estructura base de
nuestra editorial, son distintivos de
competitividad y nos aseguran los lectores fieles.
· Libros ‘buque insignia’ –estos no son de navegación -, son
libros cuya calidad se da por supuesta, son de alto precio y nos permiten
grandes márgenes.
La compra es esporádica, el valor que percibe el cliente es
muy superior.
· Libros ‘fostering’, aquellos que mantienen la dinámica del
propio proyecto editorial.
Novedades que nos permiten investigar al lector.
Cada categoría persigue un fin concreto tanto desde el punto
de vista del mantenimiento de la empresa editorial como en su función en la
gestión del cliente.
El objetivo de la gestión del cliente, del lector, no es la
fidelización indiscriminada, sino que
busca identificar los lectores más valiosos, los más rentables para
fidelizarlos.
Solo el conocimiento del cliente y las relaciones directas
con este nos aportará una propuesta de valor diferenciadora.
¿Qué más preguntas nos tendríamos que hacer?
RUTA FESABID
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'El Editor XXI.0 · Cultura de Innovación · Cultura de Comunicación'
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