ESCUCHAR LO QUE NO SE OYE



 ESCUCHAR LO QUE NO SE OYE

Hace dos días estando conectada en FB pasó por delante de mis ojos la siguiente frase 

‘Si a veces no escuchamos lo que se oye, cómo vamos a ser capaces de escuchar lo que no se oye?’

Me gustó, era de Antonio Jiménez Muñoz, un amigo reciente al que aún no conocía demasiado. Encontré en su perfil frases, pensamientos, no de estos bucólicos, románticos, mohínos… ,no, reales como la vida misma. Hay muchos más que me gustan, pero no es cuestión de trascribirlos aquí y ahora.

Tras una breve conversación con Antonio, Hugo y Lucas se habló de subir o bajar el volumen de nuestro ego, y de que no vemos lo que tenemos delante porque las narices, ‘nuestro ego’, nos lo tapa. La cosa quedó en que todos tenemos que recapacitar y reflexionar.

Y mi reflexión, viciada por mi también vocación empresarial como editora -como no podía ser de otra manera- me lleva a la redacción de este artículo.

Todos queremos ser reconocidos expertos en la materia.

Todos creemos saber tanto sobre un tema -a veces, el que sea-, que hablamos o escribimos sin prepararnos suficientemente -no es necesario, lo tenemos dominado, improvisamos-.

Todos marcamos las distancias -reales o ficticias-, así nos sentimos más seguros.

Todos bajamos el altavoz, para no escuchar lo que no se oye, pero no nos damos cuenta de que escuchar y oír no es lo mismo.

Oír es una función fisiológica casi automática.

Escuchar requiere dejar de oírse a uno mismo para empezar a oír a los demás y escucharles.

Escuchar es esforzarnos en comprender e interpretar lo que se nos dice.

La escucha es principio fundamental en el proceso comunicativo.

La necesidad de la comunicación es innata en el hombre y a pesar de ello hoy en día sufrimos de falta de comunicación, claro, oír prácticamente no requiere esfuerzo y hablar menos que escuchar

Hay un proverbio muy conocido que dice que el hombre tiene dos orejas y una boca para que escuche el doble de lo que habla, y yo, si se me permite, me tomo la libertad de ampliarlo: y dos ojos para que observe el doble de lo que habla.

Ver es una función fisiológica, casi automática

Observar es esforzarnos en comprender lo que percibimos.

El proceso comunicativo no solo se da en el lenguaje verbal también se da en el lenguaje escrito y visual.

Retomo la frase anterior: Todos creemos saber tanto sobre un tema que hablamos o escribimos sin prepararnos suficientemente.

Sin conocimientos no hay sabiduría.

Somos conscientes de que vivimos en la sociedad de la información. El saber al alcance de todos, era digital, redes sociales… sobreinformación por doquier.

No sé si somos conscientes de que la sobreinformación requiere no solo un esfuerzo ímprobo en tiempo sino además la capacidad necesaria para desgranar, comprender y estructurar.

Retomo la otra frase: Todos queremos ser reconocidos como expertos en la materia.

¿Dónde los auténticos expertos buscan sus referentes? 

¿Dónde buscan sus referencias?

¿Dónde buscan, por ejemplo, los expertos en social media sus referencias?

¿Y nosotros profesionales, expertos de la Cultura, de las Artes Escénicas, de su pedagogía… dónde buscamos nuestros referentes, nuestras referencias..?

Si realmente queremos ser expertos en la materia y reconocidos como tales, debemos buscar el saber de forma detallada y ordenada. ¿Dónde?

En los libros, en los manuales específicos en la materia.

¿Cuántos libros sobre tu materia tienes en la estantería de tu lugar de trabajo o en la de casa?

¿Cuáles son tus expertos de referencia?

¿Sabes que los expertos en economía, por poner otro ejemplo, son los profesionales que más libros consumen sobre la materia? ¿Es gasto o es inversión -utilizando su lenguaje-?

La escucha en una lectura profesional, concienzuda te aporta, te sugiere, te cuestiona constantemente.

¿Qué significa esto para mí, para mi proyecto?

¿Qué valor tiene para mí, para mi proyecto?

¿Qué es lo esencial para mí, para mi proyecto?

Concéntrate, esfuérzate, enfréntate a las explicaciones más complicadas.

Piensa que estás siendo partícipe de un valioso proceso de comunicación, el que te está brindando el experto o tus referentes.

Siempre estamos a tiempo de aprender a escuchar, solo tenemos que estar dispuestos a ello.

Como diría Fernando Bercebal: ‘no dejes de ampliar tu círculo’ 




Cristina M. Ruiz Pérez
Consultora Creativa


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